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Santo Domingo. República Dominicana. . Permanecer en casa como nunca antes, llegando a mudar nuestra oficina y aula al hogar, es la nueva constante para la mayoría. Esto ha impuesto renovadas rutinas que llegan, incluso, al apartado del cuidado de la piel. Podríamos pensar que la reducción a la exposición solar y a la contaminación son suficientes si se habla de los efectos que tiene el confinamiento sobre nuestra piel. Sin embargo, estamos obviando otros como el estrés, alimentación, falta de sueño, el abuso de temperaturas inadecuadas en el interior de nuestro hogar, o la exposición prolongada a la luz azul de los dispositivos electrónicos.
El estrés y la mala alimentación provocan que la piel se engrase de manera mucho más fácil, favoreciendo la aparición de acné, rosácea o enrojecimiento. A eso se suma la posibilidad de sufrir de hiperpigmentación, sequedad y envejecimiento prematuro a causa de la exposición a la luz azul que emiten las pantallas, partiendo del hecho de que han aumentado considerablemente las horas que pasamos frente a ellas.
No solo eso, al estar tanto tiempo en casa es muy común que busquemos confort bajando el aire acondicionado al máximo ante una ola de calor o que suframos los cambios bruscos de frío a calor o viceversa entrando y saliendo de espacios cerrados. Esto no sólo puede causar enfermedades respiratorias, sino, además, efectos dermatológicos molestos como descamación, picazón, tirantez y rojeces.
¿Qué hacer?
Dermatólogos y conocedores del tema coinciden en algunas prácticas que nos ayudarán en casa.
Sólo tú puedes cuidar tu piel para que logre superar la ansiedad y el estrés del confinamiento.