“Desde que instalamos nuestro sismómetro en diciembre de 2018, hemos estado esperando por ‘el grande’”, dijo Bruce Banerdt, investigador principal del InSight en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, que dirige la misión.
Banerdt agregó que “este terremoto seguramente proporcionará una vista del planeta como ninguna otra” y que “los científicos analizarán estos datos para aprender cosas nuevas sobre Marte en los próximos años”.
Si bien un terremoto de magnitud 5.0 puede considerarse mediano en comparación con los que se producen en la Tierra, está muy cerca del límite superior de lo que los investigadores esperaban registrar en Marte durante la misión.
Por ahora, el equipo de científicos deberá estudiar más a fondo este nuevo sismo antes de poder proporcionar detalles como su ubicación exacta y naturaleza.
Estos conocimientos pueden ayudar a los expertos a comprender mejor la formación no solo de Marte, sino de otros mundos rocosos, incluida la Tierra.