El dúplex en Princess Gate, en Londres, fue un regalo del sultán de Omán y ahora está en manos de un inversor británico de origen chino.
La duda ha sido resuelta: Guo Qiang, un ciudadano británico de origen chino investigado por estafa, es ahora el nuevo propietario del lujoso ático en Londres que el exmonarca español Juan Carlos I obtuvo de manos del entonces sultán de Omán, Qaboos bin Said.
Juan Carlos logró que el sultán le comprara una vivienda valorada en 50 millones de libras (alrededor de 62,7 millones de euros) y que se convirtió en la casa más cara vendida en el Reino Unido.
Guo Qiang, de 36 años, tiene las llaves de la lujosa propiedad, aunque surgen dudas de cómo llegó a tener el inmueble en su poder y cómo se habrían «esfumado» unos 20 millones de euros en la transacción, recoge El Confidencial.
Una historia de casi una década
La historia comenzó en 2014, cuando Juan Carlos de Borbón ya sabía que iba a abdicar al trono y que la corona recaería en su hijo, el actual monarca Felipe VI. Su idea era instalarse en la capital británica a pasar su retiro, en la misma ciudad donde vivía su amante, Corinna Larsen.
La compra del ático se cerró dos meses antes de que el entonces monarca español renunciara al trono, durante una visita de Estado de Juan Carlos I a Omán. Unos días después del acceso al trono de Felipe VI, un antiguo embajador del sultanato en Reino Unido, Hussain Abdulatif, pagó los 50 millones de libras a la empresa promotora de la vivienda.
Se trataba de un dúplex con amplias terrazas, medidas de seguridad y vistas al lateral sur de Hyde Park, que ocupa los dos últimos pisos del número cinco de la calle Princes Gate, en el cotizado barrio de Knightsbridge. Omán se ocupó también de todos los gastos de mantenimiento e incluso de las reformas.
Juan Carlos I llegó a amueblar y decorar la vivienda, para lo que contó con la ayuda de Larsen, que vivía a tan solo unos minutos caminando.
En aquel entonces, la compra del inmueble batió un récord, doblando el mayor precio que se había pagado nunca por una vivienda en el Reino Unido.
Poco después, Juan Carlos I cambió de idea y desistió de residir en Londres, ya que en 2015 su relación se rompió definitivamente y en malos términos, como demuestra el hecho de que Larsen llegó a acusar al exmonarca en repetidas ocasiones de espiarla y acosarla.