Otro grupo armado en constante lucha contra Israel, la Yihad Islámica Palestina, también hacía lo mismo, según afirman funcionarios estadounidenses citados por The New York Times y Reuters.
Los combatientes de la resistencia islámica se habrían retirado del hospital en noviembre pasado, días antes de la operación terrestre a gran escala de Israel que permitió a sus soldados ingresar en las instalaciones en medio de los combates en Gaza.
Las agencias de inteligencia de EE.UU. se enteraron de la evacuación de Hamás, acompañada de la destrucción de documentos y dispositivos electrónicos, dijo al diario neoyorquino un alto funcionario anónimo de inteligencia.
Los rehenes también habrían sido trasladados a otros lugares en medio de la retirada de Hamás.
Según Reuters, una versión clasificada de esta evaluación fue enviada al Congreso de EE.UU. o, por lo menos, a algunos de los legisladores.
El documento contendría datos que permitieron a las autoridades estadounidenses confiar en la versión israelí sobre el uso del hospital y un espacio subterráneo por parte del movimiento palestino para encubrir sus operaciones.
La fuente de la agencia, quien también habló bajo condición de anonimato, no presentó las pruebas en las que se basó dicha evaluación.
Los ataques de las Fuerzas Armadas de Israel contra las instalaciones de Al Shifa estuvieron en el foco de las críticas de varias organizaciones internacionales.
Miembros de un equipo humanitario liderado por la Organización Mundial de la Salud, que visitaron el hospital inmediatamente después de que los israelíes irrumpieran en el recinto, utilizaron calificativos como «baño de sangre» y «zona de muerte» para describir lo que habían visto allí.
El diario The Washington Post informó a finales de diciembre que las evidencias presentadas por Israel no confirman que Hamás hubiera instalado un centro de mando y control en Al Shifa.
Los periodistas habían analizado publicaciones e imágenes de fuentes abiertas, captadas por satélite y divulgadas por las Fuerzas de Defensa de Israel.
Mientras que la CNN supuso en noviembre pasado que los militares israelíes habrían colocado armas en el hospital antes de la llegada de periodistas, una hipótesis que era apoyada por múltiples medios de comunicación en Oriente Medio.