En este contexto, recordó los escasos avances de la investigación internacional de los atentados contra los gasoductos Nord Stream en septiembre de 2022; la negación de acceso a las pruebas en el caso del envenenamiento de un doble agente ruso y de su hija en la ciudad británica de Salisbury en 2018, del que Londres culpó a Moscú, así como la investigación del presunto envenenamiento del opositor ruso Alexéi Navalny en 2020, cuyos materiales también se encuentran fuera de alcance de representantes rusos.
Métodos antiguos
En su afán por forzar una derrota estratégica de Moscú, Estados Unidos ha creado una coalición de decenas de países que proporcionan armas y asistencia a Kiev, señaló Lavrov.
«Hoy EE.UU. ha unido a 54 países en un bando que bombea armas a Ucrania, que suministra a este país diversos especialistas militares, expertos, ayuda para apuntar a objetivos de largo alcance, incluidas armas», dijo.
Según el ministro, esta coalición antirrusa presta ayuda a Kiev «sólo para asegurarse de que Rusia no gane».
«La mentalidad es esta: todo lo relacionado con Ucrania debe utilizarse para infligir, como ellos dicen, una derrota estratégica a Rusia», precisó.
Lavrov comparó este enfoque con las guerras napoleónicas, «cuando toda Europa fue unida bajo las banderas de Napoleón» para atacar a Rusia, y con la Segunda Guerra Mundia, «cuando Hitler subordinó prácticamente a todos los países europeos a su meta de invadir la Unión Soviética».
El jefe de la diplomacia rusa citó al comisario del III Reich para Ucrania Erich Koch, quien en 1942 explicó cómo se debía tratar a los ucranianos.
En particular, explicó que para los nazis, Ucrania sólo era un «objeto de explotación» que debía «pagar la guerra», mientras que la población debía ser «utilizada como gente de segunda categoría para resolver tareas militares, incluso si debía ser atrapada con un lazo».
«¿No les recuerda nada? Es con la ayuda de lazos -en sentido figurado y literal- como se captura ahora a hombres ucranianos de prácticamente cualquier edad para enviarlos como carne de cañón al frente con el único fin esbozado ya por el comisario del Reich Erich Koch», acentuó el canciller ruso.
Desvío de armas
El ministro también llamó la atención sobre el desvío de parte de las armas suministradas a Ucrania a otros puntos de tensión mundiales, donde caen en manos de extremistas.
«Otro aspecto que Occidente no está muy dispuesto a notar es la diseminación de armas que se están suministrando a Ucrania a diversos puntos calientes, donde son utilizadas, entre otros, por extremistas y terroristas», afirmó el máximo diplomático ruso.
En concreto, precisó que no sólo se han encontrado armas suministradas por Occidente al régimen ucraniano en zonas de conflicto de Oriente Medio, como en la Franja de Gaza, sino que ya se han registrado envíos ilegales en Finlandia, Suecia, Dinamarca o Países Bajos.