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Así son las principales propuestas económicas del vencedor
Revertir la reforma fiscal de Trump, planes de estímulo económico y aumentar las inversiones en tecnología y renovables, entre las prioridades del líder demócrata.
El programa económico de Joe Biden expuesto durante la campaña electoral consiste en subir los impuestos a las grandes compañías, apostar por el cambio productivo hacia las infraestructuras tecnológicas y de renovables y subir el salario mínimo. Estas propuestas, que deberán ser moduladas dado el equilibrio de fuerzas en la Cámara de Representantes y el Senado, llegan en un momento crítico para la economía de la primera potencia del mundo, ya que la pandemia de coronavirus ha puesto fin a la expansión económica más larga en la historia del gigante americano y millones de ciudadanos han quedado sin empleo.
Plan de estímulos
La medida más urgente será sacar adelante un plan de estímulo para luchar contra los efectos de la pandemia, que dé continuidad a los ya aprobados en los momentos iniciales del Covid. En los primeros meses de la crisis, el Congreso de EE UU dio luz verde a una serie de leyes que permitían inyectar 3,4 billones de dólares en ayudas a la economía, incluidos programas de apoyo para empresas, ciudadanos y gobiernos locales. Desde mayo, los principales partidos, el demócrata y el republicano, no se han puesto de acuerdo sobre nuevos avances en esta línea.
Para dar continuidad a los estímulos, los demócratas propusieron un plan de 2,2 billones de dólares y fue el que centró la negociación con el Gobierno de Trump antes de las elecciones del 3 de noviembre. Los republicanos, que probablemente revalidarán su mayoría en el Senado, se han negado a aceptar esa cifra de 2,2 billones y la rebajaron al entorno de 1,8 billones. La división de las cámaras volverá por tanto a obligar a las negociaciones para poder sacar adelante el plan.
Política fiscal
Más allá del plan de estímulos, uno de los grandes capítulos del programa económico de Biden se centra en los impuestos. Biden propone revertir en parte la reforma fiscal de Trump, y elevar del 21% al 28% el impuesto sobre sociedades –con un tipo mínimo efectivo del 15%–. Aun así, no regresaría al tipo del 35% que había en el mandato de Obama. El candidato demócrata también plantea subidas en el impuesto de la renta para los salarios más altos y en el impuesto de sucesiones.