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El consumo de especias antiinflamatorias puede complementar la alimentación de los pacientes con artritis. ¿Cuáles son las mejores opciones? En este espacio las detallamos.
Una de las principales características de la artritis es la inflamación; por eso, incluir especias antiinflamatorias en la dieta de los pacientes con esta enfermedad puede contribuir al manejo de los síntomas. Eso sí, en el marco del tratamiento sugerido por el médico.
Hay que tener en cuenta que, por sí solos, los alimentos no tienen efectos milagrosos contra la patología. Pese a esto, lo asociado a la nutrición sí incide para bien o para mal sobre su evolución y sus manifestaciones clínicas.
¿Hay evidencias? ¡Por supuesto! En el siguiente espacio te compartimos los detalles.
Especias antiinflamatorias que ayudan al alivio de la artritis
En los pacientes con artritis, una o más articulaciones resultan hinchadas, sensibles y rígidas. Conforme avanza la enfermedad, la inflamación se hace crónica e imposibilita movimientos y actividades cotidianas. En consecuencia, la calidad de vida también se reduce.
Por fortuna, ahora mismo hay disponibles varias opciones terapéuticas que permiten mejorar el funcionamiento de las articulaciones y reducir el riesgo de complicaciones. Entre estas, lo asociado a la dieta desempeña un papel relevante. Y aunque se recomienda un abordaje individualizado, hay algunas recomendaciones generales que todos pueden aplicar.
El consumo habitual de especias antiinflamatorias, por ejemplo, da un valor agregado a los platos. No solo mejora su sabor, sino que brinda un efecto adicional sobre la regulación de la inflamación. Un estudio compartido en Journal of Translational Medicine respalda sus propiedades.
Según esta publicación, especias como la cúrcuma, el clavo, el cilantro, el ajo, el jengibre y la pimienta, entre otras, tienen potencial para influenciar las vías inflamatorias. ¿Cómo ayudan en la artritis? Ahora lo detallamos.
El principal compuesto activo de la cúrcuma, la curcumina, ha sido identificado como un antiinflamatorio natural. La especia se emplea en la medicina tradicional china y la medicina ayurvédica como coadyuvante para calmar el dolor y la hinchazón propias de varios trastornos musculoesqueléticos, incluyendo la artritis y la osteoartritis.
En una investigación divulgada a través de Journal of Medicinal Food se sugiere el uso de este ingrediente como complemento dietético para los trastornos inflamatorios. A su vez, una revisión revelada en BMJ Open Sport & Exercise Medicine detalla que la cúrcuma tiene efectos positivos en la disminución del dolor y la mejora de la función física en personas con artrosis de rodilla.
Si bien su mecanismo de acción sigue siendo materia de investigación, se ha observado que la curcumina bloquea las citocinas y las enzimas inflamatorias. Así, inhibe la producción de mediadores inflamatorios.
La cúrcuma (en foto de portada) se puede agregar a variados platos, como las sopas, los guisos y las carnes. No obstante, en su forma natural, la biodisponibilidad de la curcumina es escasa. La Arthritis Foundation recomienda 500 mg de extracto de curcumina en cápsulas, dos veces al día.
También se recomienda su combinación con pimienta negra para promover su absorción en el organismo. En cualquier caso, hay que evitar su consumo simultáneo con anticoagulantes, hipolipemiantes y suplementos herbales de ginkgo biloba, ajo o palma enana americana.
2. Canela
Más allá de ser idónea para mejorar el sabor y el aroma de una amplia variedad de platos, la canela tiene aplicaciones medicinales. Dos de sus compuestos activos, el cinamaldehído y el ácido cinámico, han sido reconocidos por su efecto antioxidante y antiinflamatorio.
En un estudio compartido por Biochemical Pharmacology se informa que el cinamaldehído, en particular, tiene potencial como agente terapéutico contra las enfermedades inflamatorias. Además, a través de Journal of the American College of Nutrition se reconoce su beneficio en enfermedades como la artritis.
El estudio concluye que la suplementación con canela sirve como complemento terapéutico seguro para reducir la inflamación y los síntomas clínicos de pacientes con artritis reumatoide. Esto se debe a que disminuye los niveles de proteína C reactiva en la sangre, uno de los marcadores de inflamación.
La especia está disponible en forma de suplementos, como cápsulas. También puede agregarse en polvo en los batidos, la avena, los guisos y diversos postres. No se recomienda exceder su consumo. Además, hay que evitar su ingesta simultánea con anticoagulantes.

3. Ajo
Una de las especias antiinflamatorias más utilizadas en cualquier cocina es el ajo. En su composición cuenta con disulfuro de dialilo, una sustancia que inhibe los efectos de las citocinas proinflamatorias. Se consume natural y en forma de suplemento para disminuir la hinchazón y la rigidez causada por la artritis.
Respecto a esto, un estudio en ratas divulgado en Journal of Environmental Pathology, Toxicology and Oncology determinó que el disulfuro de dialilo derivado del ajo tiene actividad antiartrítica. En concreto, disminuye la inflamación y previene el deterioro del cartílago.
Por su parte, una investigación en Phytotherapy Research concluye que la suplementación con ajo puede mejorar los mediadores inflamatorios, ya que reduce los niveles de proteína C reactiva y el factor de necrosis tumoral (FNT). Esto se refleja en una disminución de los síntomas clínicos de la artritis reumatoide, como las articulaciones dolorosas e inflamadas.