CANBERRA, Australia (AP) – Las tormentas de polvo, el granizo y las inundaciones repentinas han azotado a las asediadas ciudades australianas en los últimos días, un clima extremo que ha disminuido la amenaza de los incendios forestales que continúan en todo el sureste del país.
El lunes, una tormenta de granizo en la capital nacional, Canberra, dañó edificios públicos, negocios, casas y automóviles, cortó la electricidad en algunos suburbios, derribó árboles, causó inundaciones repentinas e hirió a dos personas.
Al oeste, una enorme nube de polvo rojo descendió sobre las ciudades afectadas por la sequía de Dubbo, Broken Hill, Nyngan y Parkes.
El granizo golpeó a Melbourne el domingo y se pronostica que volverán más tormentas de granizo.
Tormentas inusualmente intensas durante el fin de semana causaron inundaciones repentinas en las ciudades de Brisbane y Gold Coast.
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